Misión Gaia honra los gatos, los perros, la Madre Tierra
Diana y un amigo de cuatro patas. (Foto: Misión Gaia)
De Ilonka Wloch
PN: Diana, ¿me puedes decir un poco acerca de ti? Diana: Bueno, soy una persona sensible a la naturaleza y la situación crítica del mundo en este momento. Me vine aquí motivada por la magia de la Sierra Nevada de Santa Marta, por su diversidad biológica, cultural, y la dimensión espiritual que contribuyen las comunidades indígenas. Mi trabajo es una labor que demanda mucho esfuerzo y dedicación, pero es inspirador y es interesante motivar a otros para involucrarse en estos temas. ¿Qué es Misión Gaia? Diana: Misión Gaia es un conjunto de esfuerzos de muchas personas que quieren ver un cambio y quieren conectarse más con la naturaleza e incrementar la calidad de vida del lugar donde están. En términos oficiales, es una organización sin ánimo de lucro que tiene tres programas dirigidos a la misión, que es promover el uso responsable de los recursos naturales e incrementar la calidad de vida de la gente. Incluyen la salud y el bienestar animal, el desarrollo sostenible del turismo, y la educación para la sostenibilidad. La educación es un eje transversal, y todos nuestros programas tienen un componente de educación. PN: Debajo de la misión oficial de Misión Gaia, ¿qué es su espíritu? Diana: Yo diría crear conciencia. Los problemas son a veces muy grandes, y lo que hacemos es como poner un granito, ¿cierto? A veces no cura sino un poco. Es el comienzo, pero no puedes solucionar todo, porque estamos en un mundo con muchas cosas. Crear conciencia y sembrar la semilla. Sembrar la semilla en los niños, en los cooperantes, en los amigos. Eso ya va a crear un cambio. Solo ser concientes que podemos hacer todos algo más para cambiar la situación. 
Alumnos y el equipo de Misión Gaia juntos pintan un mural. (Foto por Misión Gaia.)
PN: Puedes compartir dos partes más memorables de tu trabajo?
Diana: Para mí hay cosas muy importantes, cómo que los niños en el pueblo se emocionan y me reconocen y visitan la oficina con ganas de aprender. Ven en Misión Gaia o en mí una esperanza o algo que los motiva. Para mí, eso es valioso porque creo que los cambios van con la educación de los niños. De otra parte, me parece muy especial el trabajo con los animales porque los animales, más que los humanos, son más receptivos y más sensibles. Cuando ayudas a un animal, o la sanas, es muy fiel. Y ver los resultados con animales de la calle que hemos operado, ver como cambian en la comunidad, es bastante gratificante. PN: ¿Cuántos animales pueden ayudar cada año? Diana: Hemos esterilizados hasta la fecha más de 1050 animales en cuatro años. Es una cifra pequeña, pero es mucho sin muchos recursos. La meta es hacer quinientos cirugías por año. Normalmente atendemos, entre consultas médicas y tratamientos, un promedio de entre cuatrocientos y quinientos [animales] al año. PN: Si podían hacerse realidad tres deseos, ¿qué pedirías? Diana: Quisiera que podamos aprender a usar y conservar mejor el agua. Porque es muy importante. Más respeto desde cada uno hacia sí mismo y hacia los demás y el entorno. Y el último, yo pensaría encontrar la forma para dejar menos impactos negativos en el ambiente porque entiendo que ser sostenible es una tarea imposible con nuestra forma de vivir. 
La oficina de Misión Gaia durante la recogida semanal de reciclaje. (Foto por Misión Gaia.)
PN: ¿Qué consejos tienes para nuestros lectores que quisieran hacer cambios en el mundo?
Diana: Empezar por sus vidas. Y la conciencia. PN: ¿Qué sería tu visión para este pueblo? Diana: Que la comunidad sea más unida. Que sea más unida para que se puedan tomar decisiones que beneficien primero que todo a los locales para que satisfagan sus necesidades, porque claro todos tenemos necesidades. Y después que pueda satisfacer las necesidades del turista. Y no que las necesidades del turista o del sector privado vayan por encima de las necesidades del pueblo que es lo que está sucediendo. PN: ¿Qué es algo significante que aprendiste en tu vida gracias a Misión Gaia? Diana: Muchas cosas. Todos los días aprendo algo. La importancia de la buena comunicación. Y observar antes de actuar. Porque a veces te llegas a una comunidad y piensas, “no, aquí hace falta esto, y esto, y esta necesidad”, y cuando empiezas a hablar con la gente, te das cuenta que no, que para la gente no es importante. Y hasta que existe esa conciencia o ese entendimiento de que algo es importante no vas a generar un cambio. Y no puedes ir contra una comunidad o contra la corriente. Cada uno tiene su proceso, su forma de moverse con el mundo. Yo podría agregar que por la experiencia que he tenido siendo voluntaria, es muy gratificante dar por lo que se recibe. No solo dar porque sé que voy a recibir algo, pues la naturaleza es muy generosa, la vida, entonces, es muy gratificante dar porque al dar recibes mucho más de lo que estás dando. Y perseverar con las ideas, con los sueños. Más Información: |
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